Esta investigación sobre la caña, un cultivo en expansión frente al boom del etanol en el mundo, trae un alerta sobre el contraste entre riqueza y pobreza que caracteriza al sector sucroalcoholero: por un lado, altas inversiones de grupos
nacionales e internacionales garantizan el desarrollo de tecnología de punta; por otro, el avance del monocultivo provoca
daños ambientales y miles de trabajadores siguen sometidos a la superexplotación del trabajo.