El año 2009 fue marcado por intenso movimiento en el sector sucroalcoholero de Brasil. Después de la fuerte crisis del año anterior, en la cual las usinas sufrieron con la retracción de la oferta de crédito, las operaciones de varias de ellas
volvieron a arrojar números positivos frente a un escenario de constante aumento de la demanda por etanol en el mercado brasileño. A pesar de los cambios, pasivos ambientales y sociales siguen maculando el sector. Iniciativas importantes del 2009, como el zoneamiento de la caña y el compromiso laboral firmado por industriales cañeros, todavía dependen de una serie de trámites antes de ser aplicadas.